Arte para la Conservación

Después de los tres posts sobre coronavirus, hoy me apetecía escribir sobre algo más relajado...

Cómo esta semana no he tenido un disparador (esa imagen, situación o idea que me impulsa a escribir sin que lo pueda evitar), no se me ocurría un tema concreto que fuera relajado (tengo en el tintero algunos...  pero más bien controvertidos). Así que he decidido tratar sobre algo más personal y que, al mismo tiempo, es motivo de este blog.

Aunque la pasión por la Naturaleza y el Arte me ha acompañado toda la vida, no ha sido sino hasta hace, relativamente, poco tiempo que descubrí que ambas pasiones podían ir de la mano... Y, aunque ya había empezado a hacer mis pinitos en ese camino, fue gracias a la Academia Illustraciencia -muy activa en Instagram- que abrí completamente los ojos a esa posibilidad.

Es curioso que, a pesar de haber visto en innumerables ocasiones, las ilustraciones que acompañan a libros de anatomía, salud, guías de identificación, etc. durante la mayor parte de mi vida nunca me planteé nada sobre esos dibujos... me refiero a cosas como ¿quién los hacía? ¿qué condiciones debían cumplir para acompañar a esas publicaciones? y cosas así...
Cráneo de Ursus arctos. Oso pardo.

Quizás fue porque la ilustración científica no se correspondía exactamente con la idea que yo tenía sobre lo que es Arte: pura expresión en la que todo vale y lo que cuenta es la emoción que se consigue transmitir. Al contrario, en la ilustración científica hay que representar con la mayor exactitud lo que sea que vamos a representar, y lo más importante es la transmisión de unos conocimientos, fruto de una investigación científica. Esto no implica que no pueda haber belleza en esas ilustraciones o que no puedan llegar a ser verdaderas obras de arte... es solo que estos aspectos artísticos no son lo más importante y nunca, nunca, nunca, pueden hacer palidecer o menguar la información que se quiere transmitir.

A pesar de este "encorsetamiento artístico" de la ilustración científica, es un campo del arte muy interesante para mi, pues implica conocer y profundizar minuciosamente en aquello que tenemos que representar. Y las previas y largas horas y semanas de estudio,  se llevan muy bien con mi faceta de "rata de escritorio".

Y si el "encorsetamiento" se hace un poco pesado...  se puede intercalar con otro tipo de dibujos o pinturas o simplemente hacer garabatos sobre un papel para relajarnos y dar rienda suelta a nuestra expresividad. La ilustración naturalista es otra opción que me encanta, un poco más “libre” que la científica.

Aún estoy al principio de ese camino, en el que arte y ciencia van de la mano... y no sé hacia dónde me llevará. Solo se que la belleza y la información del mundo natural y las especies que forman parte de él, merecen ser representadas y transmitidas.

Con todo lo que la Ciencia sabe, aún conocemos poco sobre nuestro planeta y su gran diversidad de formas de vida. Y a pesar que nunca lleguemos a conocerlo todo... - quizás, por eso mismo -, cada nueva información que nos llega es una sorpresa maravillosa para todo aquél que le mueva la curiosidad. Cuánto más se conoce sobre el Planeta y sus formas de vida más fascinante y maravilloso resulta. Es entonces cuando se llega a comprender el significado más amplio de aquella famosa frase del poeta Paul Éluard “Hay otros mundos pero están en este”.

Es curioso, pero en mi caso -y supongo que en el de muchos otros- cuánto más descubro y aprendo sobre la Naturaleza  más empapada me siento por la Magia de la Vida.

Calotriton asper. Posición dorsal. Tritón pirenaico
Calotriton asper.Posición ventral


P.D Los dibujos que acompañan a este post son algunos de mis primeros dibujos en ilustración científica, hechos en tinta con la técnica del punteado o stipling -a finales del año pasado-. En la actualidad sigo trabajando para mejorar poco a poco cada día.

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