Encuentros En La 3ª Fase
Esta historia empezó en los años cercanos al estreno de la película que da título a este post.
Un tiempo antes, mi padre había ido a ayudar a un amigo a hacer una caseta de obra en un terreno boscoso de Calafell… y pronto se enamoró del paisaje. Así que, le propuso a mi madre hacer un esfuerzo entre los dos y comprar un terreno, dónde él haría una casa, que sería su propio hogar, nuestro verdadero hogar -ya que hasta ese momento vivíamos de alquiler en la ciudad-.
Recuerdo el día que mi padre nos puso frente al terreno que habíamos comprado. Estaba en la falda de una montaña, el sol salía por detrás… y por delante, hacia el oeste, entre los pinos, se veía un poco el mar. Era una maraña de monte bajo, llena de vegetación punzante: chaparros, aliagas, zarzas, uva de perro… ¡Daba igual, había que coger las hazadas y ponerse a limpiar casi 900 m2 de aquella espesura impenetrable!
En aquél entonces Mas Romeu de Urbanización solo tenía el nombre. Las calles estaban sin asfaltar y a penas había unas cuántas casas diseminadas por la zona. Lo que sí había era un centro social que nosotros llamábamos “El Restaurant” que primero regentaba una alemana que adoraba el alcohol tanto como parecía odiar a los niños… Nosotros, los niños, la llamábamos la “Totosfoga” porque cada vez que nos veía en los alrededores pisando su cuidada zona ajardinada salía enfurecida gritando “Totos foga d’aquí! Totos foga! Más tarde el Restaurant pasó a estar regentado por los padres de unos de nosotros y ya pudimos corretear por los alrededores más o menos tranquilamente (de vez en cuando nos llevábamos alguna bronca, lógicamente, erámos unos trastos inquietos).
La amistad, entre nosotros, se dio de forma espontánea… cómo suele suceder entre los niños. Estás en el mismo sitio, mirando lo que hacen, alguien te dice algo… y unos a otros, sin darse cuenta se van acercando y forman un grupo.
Pero antes de llegar a ese punto, yo no estaba muy motivada a ir a Mas Romeu excepto por algo que empecé a notar que sucedía algunas noches… En aquel rincón de Calafell, en las zonas más alejadas y boscosas, también habían encontrado refugio un buen número de perros abandonados y/o escapados del maltrato humano. No se dejaban ver y solo bajaban algunas noches a beber de algún cubo olvidado con agua en el exterior; yo los oía y me encantaba la mezcla de emociones que me producían, entre fascinada y algo temerosa ¡nunca había tenido tan cerca a un animal “salvaje”!.
Un día se produjo un encuentro. Un grupo de niños en bicicleta subíamos del
Restaurant por una de las calles sin asfaltar. De pronto vimos un grupo
numeroso de perros bajar corriendo de la montaña en nuestra dirección. Ellos
nos vieron a nosotros en el mismo instante y ambos grupos, niños y perros,
frenamos en seco y nos quedamos mirándonos petrificados. Fueron unos instantes
de alta tensión, hasta que un niño enérgico y algo mayor que yo, con la punta
del pie lanzó una piedra en dirección a la manada de perros… ¡Al instante niños
y perros nos movilizamos saliendo a correr en direcciones totalmente opuestas! Fué
muy emocionante.
Al tiempo hubo una batida organizada por el Ayuntamiento y mataron a todos los perros salvajes. Dijeron que eran una treintena. Yo me sentí enfurecida y muy apenada cuando me enteré.
Desde que tengo memoria, siempre me han fascinado los animales. Cuando nací ya vivía con nosotros una perra llamada Tosca que murió cuando yo tenía siete años, pero luego llegaron otros perros, pájaros, hámsters, gatos… algunos que yo misma había llevado a casa, al encontrarlos abandonados. Entre los ocho y los doce años, por razones familiares y de trabajo, pasaba muchas horas sola en casa, en las que únicamente tenía la compañía de los perros que me brindaban toda la sensación de protección y cariño que podía necesitar en ausencia de mis padres.
En Mas Romeu, al principio, había pocos gatos. En la zona dónde yo vivía, de hecho, pasaron algunos años hasta que llegaron los primeros. A medida que fue llegando más gente, y construyéndose casas, los gatos también fueron llegando. Un hecho que viví cuando tenía 14 años, me mostró la forma en que muchos gatos, que en principio habían venido con la gente, se fueron asilvestrando y formando pequeñas colonias. Pero este hecho lo dejo para explicarlo en el próximo post.
Además del centro social del Restaurant, también había una piscina. Allí
fue, principalmente, dónde todos los niños coincidimos y empezamos a hacer
amistad. Y, como pasa en todos los grupos humanos, rápidamente se formaron pequeños
subgrupos de afinidad. Aunque todos nos relacionábamos y lo pasábamos bien
juntos.
Aunque aún no se había estrenado la película “Encuentros en la tercera fase”, a mi me fascinaba la idea de que pudieran existir extraterrestres, supongo que la serie Star Treck me influyó mucho. Siempre me daba por mirar las estrellas y hablar de ese tema al volver para casa de noche. Cómo yo vivía en la zona más alejada, mi amigo Javi (el de la Seat) siempre me pedía que me esperara al final de la casa de Jose Luís y Ramón, por donde cogía un atajo hasta su casa; de vez en cuando me gritaba “Nuri, ¿aún estás ahí?” yo le contestaba y esperaba hasta que me decía que ya había llegado. Años más tarde me confesó que las historias que yo le contaba sobre extraterrestres le asustaban jejeje.
Cuando ya todos se habían quedado en sus casas, yo aún tenía que seguir un rato caminando hasta llegar a la mía. A mí lo que me asustaba no eran los extraterrestres sino la oscuridad. Para controlar el miedo me decía a mi misma que, aunque no viera más que sombras (no había alumbrado), lo que había en el bosque era lo mismo que veía cuando era de día, nada malo sino todo lo contrario: la naturaleza que tanta admiración me causaba. Así aprendí a no sentir miedo de lo que no podía ver.
Fueron unos años intensos, en los que lo pasábamos muy bien juntos… nos pusimos motes, inventamos letras de canciones para algunos temazos musicales del momento*, como por ejemplo el “Wish you Were Here” de Pink Floid. Pasamos arriesgadas aventuras, explorando nuevos parajes de las montañas, correteando por ellas, a veces perseguidos por payeses a los que habíamos arrancado de sus viñas algunos racimos… incluso perdiéndonos en alguna ocasión, en la que reencontramos el camino gracias a mi perro Lucky (en realidad era como si fuera de todos pues recorría todas las casas y andaba libre por toda la zona) . Algunos padres nos llevaban en coche a los partidos de fútbol que jugábamos (hasta 11 niños en un coche). Todo era más libre, divertido y emocionante.
Con el tiempo y sin darnos cuenta el grupo se fue deshaciendo… la vida nos fue llevando por diferentes caminos. Algunos nos seguimos relacionando o encontrando ocasionalmente, otros dejamos de vernos y con el paso de los años muchos recuerdos se desvanecieron…
Sin embargo, cuarenta años más tarde, en pleno aislamiento por la pandemia de la COVID-19, nos reencontramos todos, o casi, en un grupo de whatsapp. Situaciones y personas que habíamos olvidado volvieron a nuestra mente, primero poco a poco… y luego con total claridad, especialmente gracias a fotos de la época que algunos aún guardaban. Es increíble el poder de la imagen. De pronto al ver una fotografía determinada los recuerdos enterrados por capas y capas de nuevas experiencias surgen como si los hubiéramos vivido ayer.
Ahora… ¡solo esperamos podernos reencontrar pronto! El tiempo ha pasado, pero algo esencial en cada uno de nosotros, hace que sigamos siendo los mismos chavales y chavalas que compartieron unos años importantes de la vida. Quizá en la fase 3 puede llegar a producirse el encuentro… jejeje
La idea de escribir un post sobre aquellos años, me la lanzó uno de ellos, Ramón en el grupo del whatsapp “Los genuinos de Mas Romeu”. A él y a todos los demás se lo dedico. No los nombro a todos porque son muchos y no quiero dejarme ningún nombre, todos son importantes y espero poderles dar un fuerte abrazo pronto.
A mis amigos de Mas Romeu
* Algunos amigos se han dedicado a amenizarnos estos días de "Estado de Alarma" con música de aquella época tan nuestra. Han hecho una extensísima lista en spotify que os invito a escuchar:
https://open.spotify.com/playlist/3ryiHBmKK3Buqo3dpv96Oz?si=4koCDpFJQWy-mKQ-I7sgdg
Grande Nuria !!!!
ResponderEliminarGracias a ti que me diste la idea! :-*
EliminarQué bonito Nuri, como me siento identificado!!!! 🤗 🤗 🤗
ResponderEliminarEyyyy ahí estábamos todos! :-)
EliminarQue bonito Nuri, te quiero mucho
ResponderEliminarY yo a ti también, aunque, como no veo tu nombre, no se quien de nosotros eres... ;-)
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